martes, 10 de julio de 2012

¿Hay trabajo?


Hablar de empleo en esta época es muy complicado. Complicado porque lo que sabemos y lo que vemos en nuestras realidades cercanas es poco alentador. Incluso lo que sufrimos en nuestras propias carnes y la de nuestros seres queridos. Existe agobio y desesperación. A veces puede parecer que no hay salida, que no hay solución.

Sin embargo, la buena noticia es que no hay nada perdido pero no podemos mirar hacia el futuro ni afrontar nuestros retos profesionales con los mismos ojos, o la misma mirada, con la que lo hemos hecho hasta ahora.

Estamos ante un cambio de época. No ante una crisis. Un cambio de época supone una revolución en todos los niveles. El futuro ya no es lo que era y, por supuesto, ya no es como nos lo habíamos imaginado. Estamos ante una época de cambios y cuando llegan estos momentos, o cambiamos, o el cambio nos arrolla. Y es que cuando teníamos todas las respuestas, van y nos cambias las preguntas. Por lo tanto, esperar que todo vuelva a su sitio es una fantasía. Nada va a volver a ser lo que era y nos enfrentamos a nuevas realidades que, además, somos responsables de construir.

Es desde esta perspectiva desde la que debemos afrontar nuestra búsqueda de empleo y, desde donde debemos analizar quienes somos y como encajamos en estas nuevas realidades.

¿Existe trabajo? Por supuesto. Pero, ¿Para quién? y ¿Por qué? Esta es la cuestión.

Las nuevas realidades son las que marcan los nuevos nichos de empleo. Trataré de explicarme. ¿Existe trabajo para los graduados en derecho? Claro que si, preferiblemente para aquellos especializados en derecho de las telecomunicaciones, medioambiental, aeronáutico…. ¿existe trabajo para los graduados en finanzas? Calor que si, preferiblemente para los especializados en fusiones y adquisiciones, controllers, etc… ¿existe trabajo para la gente que sabe de marketing? Por supuesto, pero preferiblemente para los especializados en redes sociales, internet, etc… Es decir, trabajo existe, pero las nuevas realidades han traído nuevos puestos, nuevas funciones, nuevos trabajos que requieren de nuevas competencias por parte de las personas que buscan empleo.

Hoy, por ejemplo, uno de los grandes nichos de empleo en el campo de la internacionalización en la empresas. Muchas empresas, especialmente en Andalucía, buscar salir a nuevos mercados y precisan de nuevos profesionales que los ayuden en esta tarea. Esto está generando muchos empleos, pero ¿hablas idiomas? Porque si no hablamos idiomas tenemos un problema serio, por ejemplo.

Luego, por lo tanto, en un época como esta tenemos que hacer un análisis riguroso de nosotros mismos y observar si tenemos o no encaje en estas nuevas realidades.

Esta es una tarea prioritaria para todos aquellos que están buscando trabajo en estos momentos. Hay que coger un papel en blanco y pensar y escribir sobre quienes somos, qué sabemos hacer, cuales son nuestras competencias, nuestros puntos fuertes, nuestros puntos débiles, que podemos aportar, etc…. Es un ejercicio ineludible para los que están en búsqueda de empleo.

Y cuando tengamos este ejercicio hecho y hecho con realidad y objetividad, entonces, tenemos que analizar si lo que somos y sabemos, encaja con lo que el mercado y las nuevas realidades necesitan.

Si ese encaje existe, entonces es una cuestión de tiempo y de buscar el enfoque más adecuado en nuestra búsqueda de empleo. Podrán ser más fácil, o más difícil, pero al final, cuando encajas con lo que se busca, se consigue. Es una cuestión de tiempo.

El problema surge cuando lo que eres o lo que sabes, NO ENCAJA con las nuevas realidades ni con lo que se pide en el mercado. Entonces, al igual que comentábamos al principio del artículo, sólo hay una solución: CAMBIAR, TRANSFORMARNOS. En muchos casos empezar de nuevo.

Esto es difícil, pero si no lo hacemos nos estaremos dando contra el muro de la realidad y nos seremos capaces de salir de esta situación. Cambiar no es fácil. Nos da miedo. Supone salirnos de nuestra forma de confort para enfrentarnos a nuevas realidades, pero es básico para poder sobrevivir. Pongo un ejemplo abstracto pero que ilustra mi reflexión. Supongamos que eres especialista en educación infantil y tienes experiencia de trabajo con niños y lo que ha ocurrido es que ya no hay niños. Puedes seguir intentando trabajar en ello, pero la realidad es que no es posible porque ese modelo se ha agotado. Es mejor que busques otra salida y cuanto antes mejor. Otro ejemplo: supongamos que un requisito ineludible para trabajar en el entorno empresarial es saber idiomas y tú nos los hablas. Tenemos un problema, ¿verdad? ¿Qué vas a hacer ante esto?

Es muy importante ser conscientes de la realidad y hacer el ejercicio que propongo. Tenemos que saber si encajamos o no, y si no encajamos, tendremos que darle un giro a nuestras vidas y buscar caminos alternativos. Eso no será fácil, pero es el único camino para afrontar esta situación. No podemos esperar que nadie venga a salvarnos. Tenemos que tomar las riendas de nuestra propia existencia y afrontar estas decisiones difíciles.

No es tanto que no haya trabajo, como que mucha gente no tiene encaje. Esto es serio y hay que tomar decisiones que no son fáciles.

La buena noticia es que, de verdad, están surgiendo nuevas, grandes y buenas oportunidades. Pero no podemos sentarnos a esperar a ver si esas oportunidades encajan con nosotros, sino hacer lo que tengamos que hacer para que nosotros encajemos con esas oportunidades.

Es decir, esto funciona exactamente al revés de como mucha gente lo está enfocando. EL cambio es ineludible. Sólo así saldremos de esta triste situación.

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